Mar del
puerto
Puerto
puerto de mis
entrañas
cuando toco su mar
me enclava
sus mejillas en
estacas de vapor
Las luces que
destierran a los peces
flotan entre mis
sueños
como cuando mis
pies eran lejanos
y era lejana mi
mirada
¿Acaso aquellos
recibirían al sol?
Reflejando los
cerros
se escondería muy adentro
de mí
mi puerto
Y el mar no
parecería más mar
Nada podría
sumergirme ya
Como cuando rozo
su rostro
¡Ay del ansioso
mar!
cuando toco su
puerto
todo rodeado de
mis ojos
está inundando mi
mirada
y todo corazón que
veo lleva
como un crucifijo
su puerto
Puerto puerto
¿Cuándo dejas tu
maña?
De huir a mi
lejanía
si el mar parece
mío
cuando todo son
sus labios
y besa en pleno
mis sueños.
Litoral
Por la blanda
arena,
bajo mi piel,
Cartagena.
Sobre mis pies, lo
que arrastra el mar,
desde El Tabo,
Algarrobo
litoral de los
poetas
¿Quién oirá su
espumar?
¡Cuánta soledad en
un solo poema!
todo se esfuma con
el tiempo,
las sombras de oro
sobre casas de madera
con caminos
vagabundos
navegantes de
recuerdos.
¿Quién cantará
ahora sus poemas?
El mismo cielo
recitará sobre sus cabezas,
habitantes de la
costa
su bocanada
melódica.
Las lanchas
visionarias
en el puerto sin
compañía,
se disfrazarán de
mar
y su mar de letras
bordará el chaleco
del niño,
que corre, lejos
por la morena piel
del litoral.
La poesía corre,
corre por las venas
de tan olvidado
mar.
En algún
lugar de San Antonio
Turbulenta
marejada tiñe
al mar escarchado
de ausencia de colores,
en su espumada
burbujeante de olvidos
se alinean inocuos
pensamientos.
Su cuerpo es
ventiscoso, libre
con su vuelo hacia
mi frente,
hacia mis manos, a
por mis ojos.
Se avecinan fugaz,
sus aguas.
Una profundidad
solitaria
del tamaño del
puerto de mi infancia,
entrecruza más
miedos de los cerros
que barcos
navegando en costas apiladas.
“Porque no
pertenecemos a ningún lugar”
pero a todo yo amo
como si del interior
ocuparan espacio.
Y el mar que se
sobrecoge al este
lleno de
confusiones, lleva
mi corazón al
centro,
late, canturreando
corales,
pronuncian su
nombre
en busca de quizá,
algo parecido a un
futuro.
Flor del
pacifico
Prefiero perderme
en el agua
buscando lirios de
mar
¿o ellos me buscan
a mí?
Compadecen al
pacifico, a los peces
y al collar de
conchas que pasean
princesas marinas.
Prefiero hablar
con pirañas
que dientes al
humano le sobran
que colmillos
agrietan corazones
de todos bellos
colores.
Meticulosa con las
sombras náuticas
que acompañan a
esta niebla medrosa,
me confundo yo con
las algas más lejanas
que penosas le claman
a las aguas
luz que les curta
el alma
y les bailen los
peces
flores o amores.
Tanto me fundo yo con
los mares
que ni lirios ni
mi alma
logran encontrarme.
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