Nuestra
insólita declaración de independencia
Atención
todas las personas
interesadas
Luego de gran
deliberación
hemos encontrado
una salida a esta encrucijada
En esta embajada
somos leales
únicamente a la
bandera blanca
Nos rendimos de vivir
esta mentira
y nos emancipamos
del país innombrable
Explicamos nuestra
situación brevemente
Desde esta
ubicación privilegiada
entre las ruinas
de la torre de Babel
y un colosal
edificio corporativo
sin puerta de
entrada
Acá en otro
momento llegó el sol
hasta que se
instaló frente a nosotros
el edificio de una
novedosa inmobiliaria
que unos meses más
tarde
cubrió de
publicidad su fachada
Figura en este
cartel
la imagen de un
Sísifo radiante
creada por
publicistas aun impunes
Los vecinos
perdieron su vista
pero se ahorraron
los gastos comunes
Ya se pueden
imaginar
la fatiga que nos
causa
nuestro laburo sin
sentido
Así que a luz de
esta situación
y empleando el
poder
que se nos otorgó al
haber nacido
declaramos nuestra
independencia,
oficial e irreversible,
del mundo que han
construido
Para terminar,
como aviso de
utilidad pública,
estaremos
ofreciendo asilo político
a estos selectos
grupos protegidos:
Músicos sordos,
médicos sin
fronteras,
desertores de la
Guardia Suiza,
jóvenes promesas
del radioteatro
y astronautas de
repúblicas bananeras
Monólogo
culposo
Es normal, digo yo
que te pierdas en
tus tormentos
Pero recuerda,
no fui yo quien te
obligó
a nacer con
nosotros
No tenías opción,
supongo,
en eso estamos de
acuerdo
Mas si no estamos
a la altura
es necesario que
sepas
que también cargo
con las heridas
del doble filo de
la crueldad
y con la autoridad
de la experiencia
te puedo asegurar
Que si usas esa
cabeza tuya
de la que tanto te
enorgullecías
te encontrarás
respirando
en silencio sobre
el lecho que otrora robaste
y otros como tú
esparcidos por el
suelo en el que sangraste
Doy por sentado
también
que si salvas esa
alma tuya
que tú tanto
protegías
descubrirás a tu
especie
en la esquina del
rincón al que la empujaste
y gente como
aquella
presa del miedo
por el que temblaste
Sin embargo,
no todo está
perdido
y si te queda la
voluntad
para secarte las
lágrimas
y aún soportas
mirarme a los ojos
el camino está
abierto,
con tropiezos y
todo,
para crear un
futuro
que, aunque
siempre sea incierto,
basta la esperanza
de no terminar
como al comienzo
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